Tras el cierre con premeditación, nocturnidad y alevosía por parte del grupo PRISA del primer canal de información contínua las 24 horas de iniciativa privada, el añorado CNN+, un día después del aniversario del Golpe de Estado del 23F, nos encontramos con la noticia de que la empresa Mediapubli, cierra la edición en papel del periódico Público, un diario joven, progresista y crítico de tirada nacional.
La excusa vuelva a ser la manida crisis, en éste caso, la crisis publicitaria. Si bien es cierto que por último ya era bastante complicado hacerse con dicho periódico en Canarias, ya que se suspendió la edición que se imprimía en nuestra región, por lo que ya no te lo encontrabas en el kiosko a primera hora "calentito", sino que tenías que esperar a que "bajara del avión", con lo que te lo encontrabas a partir de las once de la mañana.
Aunque (de momento) la edición digital continúa, ello no quita que nos sintamos menos huérfanos quienes acudíamos a dicho periódico y que también nos sirvió para hacernos con una decente colección de libros y películas.
Desde éste humilde blog, que a lo mejor leen cuatro gatos, mi más sincera gratitud y solidaridad con los profesionales y colaboradores que se han quedado literalmente tirados, más en los tiempos que corren. Ojalá éstos profesionales encuentren pronto colocación en medios que les permitan seguir defendiendo el derecho a la información.
El panorama tampoco pinta mejor para cabeceras como El País, que asesorados por uno que aún no ha sido despedido, compraron la parte de Telefónica y Vivendi que tenían dentro del accionariado de Digital+, y el imperio PRISA, ha sido troceado. Por no hablar de El Mundo, que si no fuera por el grupo italiano que lo apoya, también habría ido por el mismo camino.
En cualquier caso, con cada cierre de medios de comunicación, los ciudadanos (de izquierdas; de centro y de derechas) somos cada vez menos libres, aunque los fanáticos no estén capacitados para darse cuenta de ello.
Sin más, mucho ánimo a éstos profesionales, toda la suerte del mundo en lo que les depare el futuro, y por supuesto, que la edición digital tenga los suficientes ingresos como para mantener la mayor parte de los puestos de trabajo y firmas de los colaboradores. Allí seguiré leyéndolos...
