El alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo, considera que al ser investigado por la Fiscalía Anticorrupción, todos los ciudadanos de la ciudad también lo están. Se equivoca el alcalde. No todos los chicharreros están incursos en una investigación por presuntos delitos de cohecho, prevaricación o tráfico de influencias, sólo unos cuantos contados con los dedos de una mano.
No es un ataque a una ciudad que mayoritariamente no ha votado a Zerolo. Cuando llegó a la alcaldía por primera vez, sólo participó en la votación el 47,5% de la población de Santa Cruz, pero en esos momentos la democracia beneficiaba a Zerolo y a ATI. Es decir, más del 70% de los chicharreros no votó por Zerolo, pero curiosamente él tenía mayoría absoluta. Así es la democracia, nos explican. La democracia electoral, a golpe de chequera.
Ahora que una institución de esa democracia que ellos dicen defender lo investiga, se revuelve en su chalé junto al campo de golf de Guamasa, en Tacoronte, y se inventa una persecución judicial, para aparecer como víctima de un complot judeomasónico. Que me derroten en las urnas, dice, pero no así, mandándome un juez para que haga el trabajo. Sólo puede razonar así quien ha creído que vive en la absoluta impunidad, porque entre todos, partidos políticos, jueces y medios de comunicación, así se lo han hecho creer a Zerolo, a Adán Martín, presidente del Gobierno canario, a Ricardo Melchior, presidente del Cabildo, a Paulino Rivero, alcalde de El Sauzal desde 1977, a Ana Oramas, alcaldesa de La Laguna, a José Manuel Bermúdez, vicepresidente del Cabildo, a Vidal Suárez, alcalde de Tegueste (donde comenzó el caso Bango, que empieza a ganar Francisco de la Barreda), etcétera. Se lo han hecho creer durante muchos años…demasiados años. Treinta. Desde la muerte del dictador Francisco Franco.
Lo más gracioso de las intervenciones mediáticas de Zerolo para justificarse son dos o tres cosas: una es ver reaparecer a su padre espiritual, su maestro del lado oscuro, Manuel Hermoso, para darle apoyo moral (como el que ayer le dio a Víctor Floreal Concepción mientras a él no se le podía probar nada); otra es ampararse en una metonimia y mezclar a toda una ciudad, que mayoritariamente no le ha votado, en una supuesta persecución judicial en su contra; la tercera, la más chistosa, es que después de 30 años de cargo público, 30 años (treinta años), pueda decir con tanta contundencia que jamás ha recibido beneficio o prebenda alguna. Muy gracioso, sí.
Pero, ¿qué es corrupción? ¿Sólo meter la mano y quedarse con algo de dinero? ¿No es también utilizar el personal de jardinería de un Ayuntamiento en un chalé privado, poner a policías municipales como guardaespaldas personales de un alcalde, otorgar más de 600 millones de pesetas para regenerar una playa donde un amigo va a construir decenas de apartamentos (como en Fañabé, donde el amigo podría ser el fallecido Francisco Ucelay, entonces presidente de AIC), repartir 1.450 millones de pesetas a empresas audiovisuales (como las dos que creó Martín Paredes el mismo día, meses antes de las elecciones) mediante orden publicada el 31 de diciembre de 1994?
¿No podría ser corrupción participar con un cuñado, Luis Rodríguez, con Adán Martín, con su hermano, Fernando Martín Menis, en Promotora San Miguel, para construir bungalós y chalés adosados en la urbanización Golf del Sur (con mayor edificación de la permitida, según denunció el promotor de Amarilla Golf, Antonio Tavío, padre de Cristina Tavío, presidenta del PP y socia de Zerolo en el Ayuntamiento) y una piscina en territorio marítimo-terrestre, aunque después se pida su legalización, un permiso provisional que ya caducó?
“A Miguel no lo metan en esto”, me dijo una vez Adán Martín, poco antes de las elecciones de 1999. Iba a publicar en el diario El Mundo la denuncia de una trama presentada ante un juzgado, que también incluía a Sanmitensa (Promotora San Miguel) y Adán Martín me llamó unas ocho veces por teléfono para preguntarme qué iba a escribir y convencerme por el camino para que no lo hiciera. Por la noche, quien me llamó fue Andrés Chaves, que quería saber lo que iba a publicar El Mundo. No es para tanto, me dijo, ya con la copia en la mano. No es para tanto porque el periódico no le dio mucho espacio. Quedaban tres días para las elecciones. Pocos meses después, El Mundo colocó a la mujer de Larry Álvarez, la mano derecha de José Manuel Soria, como corresponsal en Canarias.
Las siguientes arremetidas fueron más duras, desde que me negué a aceptar un soborno que me hizo un nacionalista cántabro, J. O. (¿es con iniciales, no Andrés, como en las noticias de sucesos?), enviado (supuestamente) por el partido que desgobierna Santa Cruz. Aparte de otras barbaridades, me dijo que él tampoco lo aceptaría (el soborno), pero añadió: “aunque si me ofrecieran un millón de euros, lo cogía y me iba de la isla”.
También he visto que el pago puede ser directo o indirecto, así que no me extraña ni el patrimonio que tienen algunos periodistas en Tenerife ni tampoco leer ciertas cantidades que se pedirían por tramitar expedientes urbanísticos. Habría muchas preguntas que responder en torno a la venta de Emmasa a una empresa constructora como Sacyr, el cambio de la Ley de Comercio para permitir la entrada de Pryca (ahora Centro Meridiano), sobre la operación en el suelo de la Avenida Tres de Mayo (en la parcela donde estaba la antigua sede de Cafesa y alrededores, o la ubicada junto a la Consejería de Agricultura, enfrente mismo del Palacio de Justicia donde entran cada mañana jueces y fiscales, entre ellos la fiscal Anticorrupción, María Farnés).
Por eso es normal el cierre de filas de algunos periodistas y medios de desinformación en torno a Zerolo. ¿A cuánto asciende la subvención anual para el enaltecimiento de la canariedad que se da a los periódicos? ¿Cuánta publicidad colocan las instituciones gobernadas por ATI-CC en esos medios donde a veces ni siquiera se contrata a los trabajadores o donde se les paga una miseria?
Basta recordar que el presidente del consejo de Administración del Diario de Avisos, Elías Bacallado, es uno de los cuatro fundadores de ATI, mientras que José Rodríguez Ramírez, editor y director de El Día es un fiel servidor de los intereses de Nivaria, y la muy noble y leal ciudad de Santiago y cierra España, multimedallista de oro del Ayuntamiento y del Cabildo por la propaganda difundida desde ese cúmulo de papel donde bien se podrían anunciar las prostitutas que puede haber traído el concejal de ATI-CC detenido en San Miguel de Abona acusado de tráfico ilegal de mujeres (pero no se le ha escuchado a nadie decir que su imputación es un ataque a San Miguel de Abona. ¿O es que todos los ciudadanos de San Miguel son proxenetas?).
Porque la mentalidad en el régimen de ATI, al estar unidos por la pasta, es la siguiente: todos a una, porque uno de los nuestros está en el aire… Uno de los nuestros puede caer. Uno de los nuestros está desencajado, aunque digan que saca pecho… Saben que si caen Zerolo y Suárez Trenor, el castillo de naipes montado sobre el populismo ultrainsularista se puede venir abajo… Es curioso que Zerolo se queje de la Justicia ahora, cuando es vox populi en la isla la cantidad de chanchullos que se han montado, no sólo en Santa Cruz de Tenerife, sin que nadie sea procesado. Por el contrario, la queja de muchos ciudadanos es la inoperancia y la pasividad de la Justicia ante auténticos escándalos, como el Puerto de Granadilla, la venta de Emmasa (con un informe en contra del interventor municipal, al que se despidió de inmediato) o la propia operación en Las Teresitas.
Si les queda dignidad y son demócratas, lo mejor es que después de 30 años lo dejen y se vayan a su casa. Todos. Pero en ATI funciona el caudillismo, no hay democracia real, y por eso repiten los mismos desde que montaron el chiringuito. Adán Martín, viendo las barbas de su vecino cortar, parece que se lo plantea, no vaya a ser que se siga mirando debajo de la alfombra. Puede que piense que es hora de retirarse a tiempo a otro paraíso fiscal. Si de verdad existiera Justicia, habría que investigar a todos los que han amasado fortunas impresionantes durante el ejercicio de sus cargos públicos.
Y Zerolo, si está tan seguro de su inocencia, debería renunciar a su inmunidad parlamentaria y no presentarse a las elecciones por enésima vez. Porque lleva demasiado tiempo viviendo de un cargo público, como el resto de caudillitos de ATI, y atizando el odio entre los canarios con la inestimable ayuda de un irresponsable que dirige un panfleto.
Ramón Pérez Almodóvar para CanariasAhora.com
No es un ataque a una ciudad que mayoritariamente no ha votado a Zerolo. Cuando llegó a la alcaldía por primera vez, sólo participó en la votación el 47,5% de la población de Santa Cruz, pero en esos momentos la democracia beneficiaba a Zerolo y a ATI. Es decir, más del 70% de los chicharreros no votó por Zerolo, pero curiosamente él tenía mayoría absoluta. Así es la democracia, nos explican. La democracia electoral, a golpe de chequera.
Ahora que una institución de esa democracia que ellos dicen defender lo investiga, se revuelve en su chalé junto al campo de golf de Guamasa, en Tacoronte, y se inventa una persecución judicial, para aparecer como víctima de un complot judeomasónico. Que me derroten en las urnas, dice, pero no así, mandándome un juez para que haga el trabajo. Sólo puede razonar así quien ha creído que vive en la absoluta impunidad, porque entre todos, partidos políticos, jueces y medios de comunicación, así se lo han hecho creer a Zerolo, a Adán Martín, presidente del Gobierno canario, a Ricardo Melchior, presidente del Cabildo, a Paulino Rivero, alcalde de El Sauzal desde 1977, a Ana Oramas, alcaldesa de La Laguna, a José Manuel Bermúdez, vicepresidente del Cabildo, a Vidal Suárez, alcalde de Tegueste (donde comenzó el caso Bango, que empieza a ganar Francisco de la Barreda), etcétera. Se lo han hecho creer durante muchos años…demasiados años. Treinta. Desde la muerte del dictador Francisco Franco.
Lo más gracioso de las intervenciones mediáticas de Zerolo para justificarse son dos o tres cosas: una es ver reaparecer a su padre espiritual, su maestro del lado oscuro, Manuel Hermoso, para darle apoyo moral (como el que ayer le dio a Víctor Floreal Concepción mientras a él no se le podía probar nada); otra es ampararse en una metonimia y mezclar a toda una ciudad, que mayoritariamente no le ha votado, en una supuesta persecución judicial en su contra; la tercera, la más chistosa, es que después de 30 años de cargo público, 30 años (treinta años), pueda decir con tanta contundencia que jamás ha recibido beneficio o prebenda alguna. Muy gracioso, sí.
Pero, ¿qué es corrupción? ¿Sólo meter la mano y quedarse con algo de dinero? ¿No es también utilizar el personal de jardinería de un Ayuntamiento en un chalé privado, poner a policías municipales como guardaespaldas personales de un alcalde, otorgar más de 600 millones de pesetas para regenerar una playa donde un amigo va a construir decenas de apartamentos (como en Fañabé, donde el amigo podría ser el fallecido Francisco Ucelay, entonces presidente de AIC), repartir 1.450 millones de pesetas a empresas audiovisuales (como las dos que creó Martín Paredes el mismo día, meses antes de las elecciones) mediante orden publicada el 31 de diciembre de 1994?
¿No podría ser corrupción participar con un cuñado, Luis Rodríguez, con Adán Martín, con su hermano, Fernando Martín Menis, en Promotora San Miguel, para construir bungalós y chalés adosados en la urbanización Golf del Sur (con mayor edificación de la permitida, según denunció el promotor de Amarilla Golf, Antonio Tavío, padre de Cristina Tavío, presidenta del PP y socia de Zerolo en el Ayuntamiento) y una piscina en territorio marítimo-terrestre, aunque después se pida su legalización, un permiso provisional que ya caducó?
“A Miguel no lo metan en esto”, me dijo una vez Adán Martín, poco antes de las elecciones de 1999. Iba a publicar en el diario El Mundo la denuncia de una trama presentada ante un juzgado, que también incluía a Sanmitensa (Promotora San Miguel) y Adán Martín me llamó unas ocho veces por teléfono para preguntarme qué iba a escribir y convencerme por el camino para que no lo hiciera. Por la noche, quien me llamó fue Andrés Chaves, que quería saber lo que iba a publicar El Mundo. No es para tanto, me dijo, ya con la copia en la mano. No es para tanto porque el periódico no le dio mucho espacio. Quedaban tres días para las elecciones. Pocos meses después, El Mundo colocó a la mujer de Larry Álvarez, la mano derecha de José Manuel Soria, como corresponsal en Canarias.
Las siguientes arremetidas fueron más duras, desde que me negué a aceptar un soborno que me hizo un nacionalista cántabro, J. O. (¿es con iniciales, no Andrés, como en las noticias de sucesos?), enviado (supuestamente) por el partido que desgobierna Santa Cruz. Aparte de otras barbaridades, me dijo que él tampoco lo aceptaría (el soborno), pero añadió: “aunque si me ofrecieran un millón de euros, lo cogía y me iba de la isla”.
También he visto que el pago puede ser directo o indirecto, así que no me extraña ni el patrimonio que tienen algunos periodistas en Tenerife ni tampoco leer ciertas cantidades que se pedirían por tramitar expedientes urbanísticos. Habría muchas preguntas que responder en torno a la venta de Emmasa a una empresa constructora como Sacyr, el cambio de la Ley de Comercio para permitir la entrada de Pryca (ahora Centro Meridiano), sobre la operación en el suelo de la Avenida Tres de Mayo (en la parcela donde estaba la antigua sede de Cafesa y alrededores, o la ubicada junto a la Consejería de Agricultura, enfrente mismo del Palacio de Justicia donde entran cada mañana jueces y fiscales, entre ellos la fiscal Anticorrupción, María Farnés).
Por eso es normal el cierre de filas de algunos periodistas y medios de desinformación en torno a Zerolo. ¿A cuánto asciende la subvención anual para el enaltecimiento de la canariedad que se da a los periódicos? ¿Cuánta publicidad colocan las instituciones gobernadas por ATI-CC en esos medios donde a veces ni siquiera se contrata a los trabajadores o donde se les paga una miseria?
Basta recordar que el presidente del consejo de Administración del Diario de Avisos, Elías Bacallado, es uno de los cuatro fundadores de ATI, mientras que José Rodríguez Ramírez, editor y director de El Día es un fiel servidor de los intereses de Nivaria, y la muy noble y leal ciudad de Santiago y cierra España, multimedallista de oro del Ayuntamiento y del Cabildo por la propaganda difundida desde ese cúmulo de papel donde bien se podrían anunciar las prostitutas que puede haber traído el concejal de ATI-CC detenido en San Miguel de Abona acusado de tráfico ilegal de mujeres (pero no se le ha escuchado a nadie decir que su imputación es un ataque a San Miguel de Abona. ¿O es que todos los ciudadanos de San Miguel son proxenetas?).
Porque la mentalidad en el régimen de ATI, al estar unidos por la pasta, es la siguiente: todos a una, porque uno de los nuestros está en el aire… Uno de los nuestros puede caer. Uno de los nuestros está desencajado, aunque digan que saca pecho… Saben que si caen Zerolo y Suárez Trenor, el castillo de naipes montado sobre el populismo ultrainsularista se puede venir abajo… Es curioso que Zerolo se queje de la Justicia ahora, cuando es vox populi en la isla la cantidad de chanchullos que se han montado, no sólo en Santa Cruz de Tenerife, sin que nadie sea procesado. Por el contrario, la queja de muchos ciudadanos es la inoperancia y la pasividad de la Justicia ante auténticos escándalos, como el Puerto de Granadilla, la venta de Emmasa (con un informe en contra del interventor municipal, al que se despidió de inmediato) o la propia operación en Las Teresitas.
Si les queda dignidad y son demócratas, lo mejor es que después de 30 años lo dejen y se vayan a su casa. Todos. Pero en ATI funciona el caudillismo, no hay democracia real, y por eso repiten los mismos desde que montaron el chiringuito. Adán Martín, viendo las barbas de su vecino cortar, parece que se lo plantea, no vaya a ser que se siga mirando debajo de la alfombra. Puede que piense que es hora de retirarse a tiempo a otro paraíso fiscal. Si de verdad existiera Justicia, habría que investigar a todos los que han amasado fortunas impresionantes durante el ejercicio de sus cargos públicos.
Y Zerolo, si está tan seguro de su inocencia, debería renunciar a su inmunidad parlamentaria y no presentarse a las elecciones por enésima vez. Porque lleva demasiado tiempo viviendo de un cargo público, como el resto de caudillitos de ATI, y atizando el odio entre los canarios con la inestimable ayuda de un irresponsable que dirige un panfleto.
Ramón Pérez Almodóvar para CanariasAhora.com
