Los asistentes a la manifestación en la Audiencia Nacional en apoyo a Garzón prometen concentraciones diarias hasta el jueves 22
LIDIA GINER - 14/04/2010 23:30
Una fila india de banderas republicanas, pancartas y sonrisas cómplices dirigían sus pasos hacia la Audiencia Nacional. Decenas de manifestantes se congregaban para mostar su apoyo al juez Baltasar Garzón. Y así seguirán haciendo cada día hasta el próximo jueves 22, cuando el Consejo General del Poder Judicial decidirá sobre el futuro del magistrado, quien se enfrenta a una posible suspensión debido a sus investigaciones de crímenes de la dictadura franquista.
A la llegada de los asistentes al punto de encuentro, siete policías nacionales vigilaban cautelosos el desarrollo del acto. Uno de ellos increpa a los periodistas: "No dejéis la cámara aquí sola o nos la tendremos que llevar por ser un objeto sospechoso.
Esto no es un estanco, es la Audiencia Nacional.
Esto no es un estanco, es la Audiencia Nacional.
Pedro, un estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Rey Juan Carlos aseguraba que están allí concentrados para conseguir "el fin de la persecución al magistrado". Ya que en su opinión es "la única persona con autoridad que se ha atrevido a destapar los crímenes fascistas".
Los gritos se sucedían: "El delito es tapar los delitos". "Juzgar crímenes franquistas no es delito". Y, mientras, las pancartas recordaban a las víctimas del franquismo: "Ellos ya no pueden hablar, nosotros sí". Las reivindicaciones de los manifestantes casi eran imperceptibles por el ruido de los coches y los flashes de los fotógrafos, pero en un hilillo de voces se escuchar el gran anhelo de la concentración: "Más jueces como Garzón".
"Queremos justicia"
No son las únicas peticiones. Pronto surge otro grupo de participantes que tararea: "Queremos justicia". Algunos aletargados se unen a los manifestantes y suman sus gritos de apoyo. Una gran pancarta de tela es desplegada por los asistentes al acto, y en ella se puede leer: "España al revés, corruptos y fascistas juzgan al juez".
Jorge, estudiante universitario y nieto de un represaliado fusilado por el régimen franquista comenta en ‘petit comité' los motivos por los que se solidariza con Baltasar Garzón: "Apoyo a un juez que quiere devolverle la honra y el honor a mi familia".
Mientras Jorge habla, un taxi para en mitad de la calle Génova, frente a la sede de los conservadores, y de él se baja un hombre en traje que grita a las personas allí reunidas: "Hijos de puta". El personal le contesta con gritos de "fascista" y silbidos.
Pero este no es el único momento tenso de la jornada. Desde la otra acera a la Audiencia Nacional, algunos contrarios a la causa insisten en gritar a los manifestantes. Un hombre les inquiere a marcharse de allí o, de lo contrario, dice, "llamaré a la policía".
Poco a poco, y sin que nadie repare en ello, frente a los manifestantes ya no hay siete, sino doce policías nacionales. Es cuando el acto comienza a diluirse. Ya sólo quedan pequeños grupos de amigos que comentan como les ha ido el día y bajan las pancartas que han mantenido erguidas.
Una pandilla de jóvenes afirma que mañana asistirán al acto convocado por la organización para la recuperación de la Memoria Histórica en la Escuela de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense (calle San Bernardo, número 49), a las 19:00 horas, durante el cual Almudena Grandes y Asunción Balaguer, entre otros, participarán en la lectura de poemas de Miguel Hernández.