Pero no es la crísis un problema de los Borbones, quienes disfrutan de una temporada en China con la excusa de apoyar a la representación española presente en los Juegos Olímpicos.
Desde la cuna, los hijos de los reyes de España han tenido un contacto bastante fluido con el deporte. Incluso algunos momentos de sus vidas han estado marcado por encuentros deportivos, como por ejemplo, los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, que unieron las vidas de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín. La Familia Real Española es una gran aficionada a deportes de clase pudiente, como la hípica o la vela, como es el caso del rey y el príncipe Felipe. De ahí que no sea de extrañar que buena parte de la familia del rey haya querido estar en los Juegos Olímpicos, con todos los gastos pagados. Primero eran los Príncipes de Asturias los que asistían a la inauguración y primeras pruebas de las Olimpiadas. Ahora, un nuevo ’contingente’ real está en Pekín para, según dicen los medios monárquicos, "transmitir su energía a nuestros deportistas".