Escrito por Cándido Quintana
domingo, 30 de enero de 2011
Buenos días compañeros, la lluvia no me ha dejado hacer el sendero que hoy pretendía, por lo que, para no variar, sigo en más de lo mismo. De cualquier manera, hoy hay una noticia que estimo realmente importante, por venir de donde viene. Les digo, ayer les remití el correo que está más abajo, en el que les adjuntaba varias noticias y mi último artículo, Oír a López Aguilar. En este artículo, en donde escupo el cabreo que tengo por ver como este hombre ha dejado tirados, de muy mala manera, a unos compañeros que lo han dado todo por él y que fueron pilares básicos para que el PSC ganara las autonómicas pasadas, además le echo en cara como ha mirado para otro lado, de forma vergonzosa, cuando en una reunión que sostuvimos con él en la sede de su partido, le entregamos un power point que dejaba meridianamente claras todas las irregularidades y mentiras que contiene la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto del puerto de Granadilla.
En la reunión, lógicamente insistimos en que, por ello, la declaración, claramente trucada, debería ser rehecha, lo que habría abortado definitivamente el proyecto, pues con verdades jamás hubiera prosperado ese documento, pieza vital del proyecto. Don Juan Fernando, que en ese momento se sorprendió y admitió desconocer el tema, sí dejó muy claro que actuaría. Es evidente, como digo en mi citado artículo, que finalmente prefirió hacer oídos sordos, en un, a mi entender, claro gesto de cobardía política.
Hoy, en Diario de Avisos, bajo el título "Un informe tilda de “no óptimo” el estudio de impacto de Granadilla", aflora desde ese propio Observatorio Ambiental del puerto de Granadilla que tanto daño nos viene haciendo, en resumen... El Observatorio Ambiental afirma que se prioriza el interés económico y social y que “se sacrifica” un tramo importante de costa con la construcción del puerto... y otras cosas, que dejan entrever algunas de esas irregularidades a las que me he referido, que NO DEBERÍAN PROSPERAR, por muchos acuerdos que existan entre CC y PSOE, por los miserables motivos conocidos. ¡YA ESTÁ BIEN! de tanta sinvergüencería, de tanta mentira, de tanto aprovechamiento ilícito, de tantos responsables políticos que deberían estar apartados por su nefasto hacer o en manos de la Justicia, si no han sido honestos y procediera. Nosotros, compañeros, NO podemos parar hasta que este nocivo, innecesario, despilfarrador e impactante proyecto del puerto de Granadilla, dotado ya de un contundente y clarificador dictamen pericial, pedido por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias y visado por el Colegio de Oficiales de la Marina Mercante Española, que lo desaconseja, sea desechado y archivado de una puta vez, y perdóneme esta expresión por el fuerte cabreo que tengo.
Y es que es demasiado, fíjense. Declaración de impacto ambiental amañada. Interés general que justifican con argumentos que se corresponden, uno a uno, con flagrantes mentiras. Destrucción de lugares de interés local y comunitario de muy alto valor. Evidente peligro de desaparición de las escasas playas naturales que poseemos. Un nuevo catálogo a la carta, que permite atropellos sin sentido y sin piedad a la vida animal y vegetal. Traslocación de las pimelias protegidas a otro entorno en el que seguramente morirán, como si se tratara de basura para tirar. Peligro anunciado de desaparición de unos importantísimos sebadales, cada vez más escasos, cuando, sin embargo y de forma congruente, a sus más numerosos hermanos mediterráneos se les protege. Ocultación a la Comisión Europea de otras alternativas menos impactantes, que después reconocen y hasta amplían de forma sobrada. Riesgos de por vida para el turismo, al que obsequian, ya desde su misma llegada al aeropuerto del sur, con una desoladora y humeante imagen de contaminación y peligro, compuesta por un puerto industrial, enormes tanques de ragasificación, central eléctrica y otras industrias no compatibles con una zona turística, y menos en un destino como Tenerife, que se vende como se vende, ¡que primera impresión, de locos! Y así seguimos, ¡que poca vergüenza, que irresponsabilidad, que atropello, que engaño a la Comisión Europea!
© Cándido Quintana
Presidente de la Plataforma de Defensa del Puerto de Santa Cruz